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La habitación oscura, de Isaac Rosa (refrítica)

No te quedes ahí. Vamos, entra, ya estamos todos. Tras la cortina, la puerta: está abierta. No debe ningún lector temer entrar en La habitación oscura, aún a sabiendas de encontrarse en ella, porque se encontrará. De un modo u otro, … Continue reading →The post La habitación oscura, de Isaac Rosa (refrítica) appeared first on...

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Ayrton

tía no se entera por qué apodamos ayrton a primojugamos a la fórmula unoen la silla de ruedas es el piloto de un auto williamsEl texto anterior pertenece al libro Iturbide de pronta publicación en la Editorial Foc. Aquí la colaboración de Chozz y Costa sobre el poema.

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Inside Llewyn Davis

Tal vez los Coen hayan hecho, con esta película, uno de los retratos más despiadados sobre lo que significa sobrevivir dedicándose sólo a la música. Por lo general, cuando Hollywood nos cuenta historias sobre cantantes, lo hace refiriéndose a los triunfos musicales de gente real como Jim Morrison, Ray Charles, Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Charlie Parker...

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La tumba del marinero, de Luna Miguel

LA PERSONA DEPRIMIDACada noche escribo y desescribo una novela de dunas.Soy el mito,pienso.Soy esdrújula y rimo, y nunca mido los versos.Cada noche mientras tú duermes escribo y desescriboel ruido de tu mandíbula:cómo crujes los dientes,cómo chirrías en sueños y maldices a los ángeles.Cada noche digo y desdigo.Crezco y no menguo.Sufro y no en...

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SOBRE EL AMOR INVERTEBRADO

Contra el bichoEstá el bichogolpeándose contra la luzel cuerpo apenas nítido, se traslucesus bordes son cálidospienso en las palabras que decimosel amor hace un daño irreparablehaceme un daño irreparabley a lo mejortengamos sólo estos huesosirreparablesbamboleándoseentre las cortinasy, por favor, que el gato abra la bocacomo un pescadoy nos t...

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JOHN MUHONEY III

John Muhoney III atendía detrás de la barra. Lo hacía como enfadado y tiraba la cerveza por obligación. Solía servir las pintas a sus clientes, después se secaba las manos en un trapo mugriento que llevaba siempre en el hombro y, poniendo las palmas en la barra, se quedaba allí esperando a que le dieran conversación. Apenas hablaba, sin ...

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