No sé por qué no he leído antes esta inmensa novela, que va directamente a mi top de obras predilectas de ciencia ficción. Publicada en los años 50, me parece más actual que nunca: una sátira sobre el consumismo, la publicidad, el agotamiento de los recursos (los protagonistas quieren colonizar Venus para seguir explotando otros planetas), la esclavitud de muchos empleos y el modo de convencer al comprador para que el eslogan de cada producto se instale en su cabeza como un virus.
Atención al pasaje en que el protagonista (obligado a trabajar con la plebe tras haber vivido en uno de los escalafones más altos de la sociedad) descubre cómo lo endeudan con un contrato: cada paso que da y cada opción que elige, requiere a cambio un adelanto o un préstamo que no logra pagar por completo... pero esos pasos son necesarios para su supervivencia. Así que está atrapado, como esas prostitutas que siempre deben dinero y no pueden librarse hasta zanjar la deuda. En fin, la vida misma en clave de distopía. No os la perdáis.
[Minotauro. Traducción de Luis Domènech]