“Hace tiempo que aquí no importa nada y que nadie da explicaciones por ningún hecho, por muy insólito que parezca”. Esto decía en otro artículo (Los libros perdidos, 10 de mayo de 2022) sobre el mismo tema que ya ustedes intuyen: Panamá, no es sólo abundancia de peces o mariposas, sino también, a nuestro pesar, abundancia de polillas, porque el apelativo “rata”, destinado a políticos de todo color y siglas, ha perdido vigencia.
Ahora son “polillas”. Estas no sólo se comen más de nueve mil libros, también lo hacen con nuestra democracia, sus instituciones y nuestra confianza en ellas, más allá de que se rían de nosotros con explicaciones insólitas, como la de la ministra de educación (todo con muy minúsculas) que dice que fueron las polillas las que se comieron los libros del Instituto Nacional. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 14 de junio de 2022