En Playtime / El Plural se publican hoy mis comentarios sobre este libro. Aquí, unos extractos:
Pensaba que justo cuando las cosas incomodan o no se pueden mostrar es cuando se está mostrando algo interesante. Ése es el punto de no retorno, el punto al que hay que llegar, el punto al que se llega si uno cruza la frontera de lo ya dicho, de lo ya visto. Hace frío allí.
**
Me preocupa el hecho de crear cosas que sólo la clase alta podrá comprar, actividad que en la mayoría de los casos nos mantendrá en la precariedad a aquellos que la realizamos. Es necesario que tengamos una voz, y tenemos que conseguir que llegue al público adecuado; encontrarla es un camino más costoso que el aprendizaje técnico, pues tiene mucho que ver con el reconocimiento de la propia identidad.
**
Aunque seas muy joven –yo tenía veinticinco–, cuando das clase en un instituto la gente que te rodea asume que tus pretensiones artísticas se han esfumado, y si eres escritor, que pronto dejarás de serlo. Quizás eso fuera una cura de humildad. La vanidad, la poca que me quedara por pura ignorancia, es un sentimiento que irradia e impide ver lo que se tiene enfrente. Como la tristeza o el exceso de introspección, dos aves que me asedian a veces, y que intento ahuyentar, aunque la escritura por sí sola no sea siempre el mejor antídoto para ello.
**
Hermano de hielo, pienso en si recrearte aquí nos hará bien. Mamá ha querido protegerte, y por eso te ha rodeado de silencio. Yo sólo creo imágenes, ficciones, nadie más que tú sabe lo que has vivido…, que en general debe de ser bueno, porque estás en buenas manos. Hay algunas excepciones, como cuando éramos pequeños y una compañera de clase te vio por la calle envuelto en celo. O cuando años después descubrí que ese freak que hacía culturismo, aprovechando tu aspecto inocente, te obligaba a pedir dinero a la gente por la calle. Si aquí muestro alguna indignidad es sólo la de los demás. Porque expones el nivel de humanidad de los que te rodean.
[Alpha Decay]