Descartemos el revolver

¿Y usted cómo se llama?

Todos tenemos un nombre, lo que puede empujarnos a creer que resulta sencillo hacerse con uno. Nada más lejos. Nunca me había parado a buscar un nombre de persona hasta que supe que iba a tener una hija, y me... Leer más ›

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Truman Capote dijo ‘puaj’

Nadie decía «puaj» como Truman Capote. En su correspondencia esa forma de transcribir el aborrecimiento aflora cada poco, y siempre suena terriblemente sincera, quizás porque la verdad aún estaba a salvo en aquellos tiempos en los que la gente escribía... Leer más ›

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Cosas de otra edad

Helena tiene 16 meses, y hace algunas semanas pretendió ser escritora, como su padre, así que se puso a aporrear el teclado de su ordenador. Se lo había visto hacer a él montones de veces, a cualquier hora, y sin... Leer más ›

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Una grada normal

En unas fotografías del estadio de Wembley de los años cincuenta, con las que me topé hace poco, las gradas estaban a rebosar. Sólo había hombres. En una muestra de elegancia ya desaparecida, todos vestían traje y corbata bajo el... Leer más ›

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La escena del crimen

En un viaje a Amsterdam, durante un invierno crudo, entré en una las muchas librerías de la ciudad y me puse a escudriñar en las estanterías como si ya hubiese estado el día anterior y hubiese olvidado algo valioso. En... Leer más ›

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Diario de un recepcionista

En un modesto hotel de Siracusa, donde hace ya algún tiempo dormí un par noches, conocí a un recepcionista llamado Filippo, que en sus ratos vacíos escribía un diario del hotel. Tenía unos cuarenta y cinco años y no paraba... Leer más ›

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Diccionario de filosofía

Al final del bachillerato, algunos compañeros del instituto nos enamoramos de nuestra profesora de filosofía. Quizá fue el último amor colectivo. Se llamaba Belén y nos hizo creer que aquella asignatura era apasionante. Por aquel entonces, yo no quería ser... Leer más ›

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Le compramos el pelo, señora

Mi abuela era una mujer arisca. Para bromear también se ponía seria. Su risa, para dentro, producía el extraño efecto de las personas que caminan hacia atrás. Si estabas un rato a su lado en silencio, como si no estuvieses, llegabas... Leer más ›

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Un libro de Pàmies

Nadie está libre de causar un desastre con un gesto involuntario. La desgracia llega inesperadamente, y desencadena uno de esos instantes dramáticamente concentrados, preñados de fatalidad, como decía Stefan Zweig. Ocurrió en mi casa esta semana. Recibí la visita de... Leer más ›

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Háblame de tu otro yo

Yo estaba en el café Gijón por estar, leyendo un libro de Juan Gelman, o haciendo que lo leía, porque cada vez que se abría la puerta del local, y se abría todo el tiempo, levantaba la cabeza para ver... Leer más ›

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