Encontraré un camino hasta llegar a ti. Conseguiré desnudarte. Te miraré sin extrañeza, porque nuestro destino es compartirnos. Alma, cuerpo, mente: son fronteras de humo. Solo tú y yo somos reales. Aunque no pueda acariciarte por dentro, ni palpar el hálito que te impulsa, puedo sentirte rodeándome en todas direcc...
Read More »El otoño trae buenas noticias para todos aquellos a quienes nos apasiona Javier Marías. Y es que el escritor está de vuelta. Afortunadamente, no ha pasado mucho tiempo desde Los enamoramientos, su última y exitosa novela (esa que, según ha relatado varias veces, estuvo a punto de no publicar por dudar de su calidad), pero siempre es agradable encontrarlo sobre la...
Read More »Margarita Buber se había licenciado en Paleontología muy Cum Laude y a distancia hacía escasos tres días y ya concluía en magistral hallazgo el miércoles de la misma semana: Dios era necesariamente e inequívocamente un Tyrannosaurus Rex.Primero ...
Read More »De aquel maestro calvo y arrugado como un réptil que tuvimos a los seis años aprendimos a no hablar a coro, lo cual le parecía el colmo de la estupidez. Fue una sorpresa; a fin de cuentas a los niños se les enseña ya en la guardería a formar una ...
Read More »para G, porque tiene la vi di ta ca ga da i gual que yo Así es hago lo que puedo –dijo el corazón fue necesario escribir, entonces, en el rostro más vivo entre las piedras el día que la noche pidió quedarse a dar la mano a nadie es cierto es infinito salir por dentro extranjera el resultado: arrancar esas cosas de vivir un tajo de amor hecho en...
Read More »laura makabreskuISuicidio de terciopelobesándome infinitamente la plenitud de mi noche.IILos ángeles sangran por el toque incestuoso de mi caricia.*
Read More »Moriré de un cáncerMoriré de un cáncer en la columna vertebralSucederá en una noche horribleClara, caliente, perfumada y sensualMoriré por empozoñamientoDe ciertas células poco conocidasMoriré por una pierna arrancadaPor una rata gigante salid...
Read More »Crecían fuertes como árboles, allá en los bosques, las niñas de mejillas rosadas. Atrapaban al incauto entre sus brazos pequeños y comían, comían su cuerpo ajado por el tiempo y por la vida, comían la entraña con sus dientes de luna hasta no dejar nada...
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