Lo bueno de Soy fan es que se trata de una novela provocadora y muy original, consistente en capítulos breves escritos en un único párrafo alineado a la izquierda, como si fueran entradas de blog en las que una mujer habla de sus 2 obsesiones: el tipo rico y casado con el que ha puesto cuernos a su novio y una de las amantes ricas de ese tipo, todo a ello a través de su actividad de stalker de las redes sociales. La narradora vigila sus posts, analiza fotos y comentarios de los lectores, les sigue la pista y se mantiene al tanto de cuanto hacen... igual que una fan loca y peligrosa. Es una narración amena, divertida y actual.
Lo malo es que ese sometimiento narrativo a la actualidad (menciones continuas a Instagram, Facebook, etc) puede volverse en su contra dentro de unos años: ¿alguien recuerda hoy MySpace? Y que hacia al final se detecta un tono consistente en culpar al blanco heterosexual de todos los males de la historia, un tópico que ya cansa.
[Alpha Decay. Traducción de Regina López Muñoz]