Montse Ruiz (Editorial Deméter): «Hay muchos ejemplos de terror a la luz del día; por ejemplo, el gótico sureño»

 


Montse Ruiz está al frente de Deméter, una editorial que publica literatura gótica ilustrada. Se hizo un hueco en el panorama editorial español en 2022, y, aunque solo publican dos libros al año, estos son de extrema calidad y disfrute, tanto por la historia como por las ilustraciones, potentes y lúgubres. Naveguemos en el barco Deméter a ver qué descubrimos de esta editorial vallisoletana. 






P.- Fundaste la editorial en 2022, ¿en qué circunstancias?


La editorial fue tomando forma en 2021. Durante ese año de ERTE necesitaba ocupar mi tiempo y mi cabeza en una actividad que no tuviera nada que ver con mi trabajo habitual. Dediqué mucho tiempo a algo que había dejado a un lado: leer artículos y libros sobre literatura española del XIX. Comencé con los autores conocidos y, poco a poco, fui descubriendo a otros que nunca vi en la carrera de Filología Hispánica, allá por los primeros años de los 90. Así llegué a leer poetas y novelistas desconocidos para mí y, al mismo tiempo, fui buscando ilustradores y, en la medida de lo posible, contacté con ellos. En 2022 pude crear la editorial teniendo ya ilustradores y textos.



P.- Vives en Valladolid, ¿cómo se comporta allí la literatura (eventos, presentaciones, etc.)?


La ciudad tiene actividades culturales de todo tipo, pero la asistencia a presentaciones de libros no es tan numerosa como nos gustaría a autores, ilustradores, editores y libreros. Solo cuando viene alguien muy conocido o que ha tenido repercusión en medios, hay más movimiento. Hacemos todo lo que podemos, pero el esfuerzo no se refleja en las presentaciones.




P.- Deméter fue el barco donde viajó Drácula, ¿por qué te fijaste en ese elemento marítimo del libro?


Drácula es uno de mis libros preferidos, y la goleta en la que llegó a Inglaterra es uno de los pasajes que ha sido objeto de sus propios relatos, como la edición ilustrada de Ana Juan. La idea de que algo nuevo y, al mismo tiempo, viejo llega a la gente en ese barco me gustó. Lo nuevo es la edición ilustrada de “viejos” escritores españoles. Traer al lector del siglo XXI los clásicos españoles del Romanticismo, de lo gótico, extraño y lúgubre, a través de las ilustraciones de artistas de nuestro tiempo.



P.- ¿Desde cuándo te comenzó a gustar la literatura gótica y romántica?


Supongo que desde siempre. Volviendo a Drácula, cuando era muy niña, recuerdo ver en la televisión, medio a escondidas, la versión de Bela Lugosi y sentir tanta atracción como rechazo. Lo que nunca me gustó fue ese cine de tripas de los 80. Me gustaban las historias de fantasmas, de templarios, de aventuras... más que las novelas de Puck.



P.- La primera publicación fue Canto a Teresa, ¿por qué elegiste ese libro? 


Fue una decisión que tomé al ver las ilustraciones de Antonio del Hoyo. Tenía en su portfolio algunas en proyecto sobre obras de Poe y otros autores góticos. Y me vino el texto de Espronceda. Fue una conexión instintiva y creo que acerté. Espronceda es para muchos el mejor ejemplo de romántico español. Por su vida personal, política y, claro, literaria. Canto a Teresa se ajusta al propósito de editar textos menos conocidos o que tengan contenidos fúnebres. Una elegía que termina con el verso: “Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?”, debía estar en el catálogo de la editorial.



P.- ¿Cómo son las ilustraciones que ofrecéis en vuestras ediciones? Háblanos de ellas 


No hay un estilo determinado por la editorial. Los artistas, porque son verdaderos artistas, crean en libertad a partir de los textos. Los leen e interpretan y plasmas aquello que les inspiran las palabras. En los tres libros publicados (incluyo el que saldrá en septiembre), cada uno ha utilizado diferentes técnicas: ilustración digital en el caso de Antonio del Hoyo para Canto a Teresa, acuarelas para Morirse a tiempo por Jen del Pozo y óleo en la próxima edición de la rima LXXIII de Bécquer, que ha creado Roger Olmos. Cuando empiezan sus trabajos me consultan, les puedo dar mi opinión, se puede rectificar algo, pero son libres para crear porque eso es lo que va a enriquecer la edición.



P.- ¿Cuántos libros publicas al año?, ¿por qué ese número tan bajo por ahora?


De momento dos, uno en primavera y otro en otoño. Y decidí que ese sería el ritmo por varias razones. La primera, porque no dispongo ni de la experiencia ni del tiempo que requiere dedicarse al 100 % a la editorial. Estoy yo sola y hay mil cosas que hacer. Además, quiero que cada libro tenga recorrido, y si publicase un libro cada mes o cada dos meses, unos pisarían a otros. En mi opinión hay demasiadas novedades, prisas y poco tiempo para disfrutar de la lectura pausada, de deleitarse en pasar la página, observar la ilustración y leer entre líneas.



P.- Háblanos de las obras góticas que más te gustan, tanto clásicas como de autores que han publicado recientemente. 


Reconozco que soy más de literatura clásica y, en especial, inglesa. Esto no va en orden de preferencia, pero podríamos empezar con Jane Eyre, seguir con Carmilla, continuar con Doctor Jekyll y Míster Hyde y, del mismo autor, el cuento El ladrón de cadáveres. Los cuentos de Poe y Maupassant (y aquí saltamos al continente), los cuentos de Hoffmann, las baladas de Bürger y Goethe… Del siglo XX, para mí, las mejores escritoras son Shirley Jackson, Daphne du Maurier, Mariana Enríquez…



P.- ¿Qué novedades van a venir después de verano?


En septiembre tendremos la edición ilustrada de Tan solos los muertos, la rima LXXIII de Bécquer. El artista barcelonés Roger Olmos ha creado unas maravillosas y temibles ilustraciones para cada estrofa de ese poema. Esta será la publicación de otoño. Para el próximo año tenemos nuestra primera edición en prosa. Serán cuatro cuentos de escritoras: Ángeles Vicente, Pardo Bazán, Amalia Domingo Soler y Carmen de Burgos. Lo ilustra Laura Montes y, si nada se tuerce, saldrá en primavera.



P.- Literatura de terror en verano, ¿es posible dar miedo en esta época del año?


Hay muchos ejemplos de terror a la luz del día. Ese contraste entre el sol y las sombras, el bien y el mal, es muy atractivo. Hay muchos ejemplos de que esa dualidad funciona bien. Para mí, lo que se llama gótico sureño, es un buen ejemplo. Cuando pienso en ese tipo de relatos, imagino un lugar lleno de luz como Alabama o Luisiana, en la que ocurren cosas terribles y, en no pocas ocasiones, cotidianas.


»Y, en cualquier caso, siempre nos queda la noche, las tormentas de verano, las vacaciones en resort todo incluido, en urbanizaciones de veraneantes… ¿qué puede dar más miedo que una piscina comunitaria?

 



P.- ¿Qué lugar o entorno es el ideal para leer una novela de terror gótico?


Si el relato te atrapa, cualquiera. Si entras en la historia y te aíslas del resto del mundo, puedes leer en el bus, en la playa o en tu sofá esa historia de fantasmas o vampiros que viven en otro tiempo y lugar. Sin embargo, debo reconocer que me encanta el otoño, con una chaqueta y una mantita en los pies, un té con leche humeante, una lámpara de luz tenue… y un libro en papel.



P.- ¿Qué cambiarías del sector editorial español?


No soy más que una recién llegada y apenas he empezado a moverme en este sector. Lo único que puedo decir, desde mi experiencia, es que, para una editorial pequeña y nueva, llegar a las librerías, a los medios de comunicación y a los potenciales lectores es difícil. Hay mucha competencia, y muy buena, y compites por los mismos espacios. Por eso se agradece que existan este tipo de oportunidades para que podamos tener visibilidad.



P.- ¿Qué novela gótica te morirías por publicar ilustrada?


Sin duda, Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson. La editorial no se creó con la idea de publicar autores extranjeros, pero se podría hacer una excepción en este caso (guiño).



P.- ¿Nos recomendarías alguna novela gótica o romántica que no sea tan conocida? 


Recomendaría El caso del caballero Gesualdo, de Antonio Sánchez Jiménez en Reino de Cordelia y que mezcla humor y fantasmas a partes iguales. Ambientada en el siglo XVII, acompañamos a dos pesquisidores en Nápoles enviados para descubrir qué hay detrás de los muros del castillo de Gesualdo.


»Y extranjera, podría recomendar El ocupante de Sarah Waters en Anagrama. Es una historia que recuerda a Poe con su casa Usher y a Henry James con Otra vuelta de tuerca. Es una novela ágil y que atrapa desde el principio.



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