LO QUE DEBERÍAMOS SER
Aturdido por la infantil alegría
de un viento antiguo
que no evoca milagros
ni dioses creativos.
Sed y distancia.
Me asocio a la espalda
al culo de la tierra
a las dimensiones
del único argumento
donde la vida se desliza
siempre.
A veces con botas altas
negras y nostálgicas
otras, desnuda y poderosa.
La calidad de tu ser
tumbos cuando amanece
momentos felices y olvidados.
Pura sinceridad.
TELA DE ARAÑA
de un viento antiguo
que no evoca milagros
ni dioses creativos.
Sed y distancia.
Me asocio a la espalda
al culo de la tierra
a las dimensiones
del único argumento
donde la vida se desliza
siempre.
A veces con botas altas
negras y nostálgicas
otras, desnuda y poderosa.
La calidad de tu ser
tumbos cuando amanece
momentos felices y olvidados.
Pura sinceridad.
TELA DE ARAÑA
No recuerdo muchos detalles
no estoy tan seguro de lo asumido
ahora que ando descalzo y desnudo
olvidé las maneras de sentarme a la mesa.
Había demasiado juego en el banquete
donde la vida que obliga, que propone
enormes combinaciones
latitud norte, latitud sur
detuvo al azar pintado de razón.
Sí. Recuerdo que yo andaba por los tejados
en aquel entonces
con el placer iluminando la noche
las diosas, desconocidas, naciendo muriendo
en la copa llena en la copa vacía
detuvieron la jabalina a mitad de camino.
Tus manos, tu poder de tela de araña recién horneada
y mi amor estrellado contra un nuevo día
derramándose, fugándose en la aritmética
del horizonte del mar, muy azul.
HÉROES
no estoy tan seguro de lo asumido
ahora que ando descalzo y desnudo
olvidé las maneras de sentarme a la mesa.
Había demasiado juego en el banquete
donde la vida que obliga, que propone
enormes combinaciones
latitud norte, latitud sur
detuvo al azar pintado de razón.
Sí. Recuerdo que yo andaba por los tejados
en aquel entonces
con el placer iluminando la noche
las diosas, desconocidas, naciendo muriendo
en la copa llena en la copa vacía
detuvieron la jabalina a mitad de camino.
Tus manos, tu poder de tela de araña recién horneada
y mi amor estrellado contra un nuevo día
derramándose, fugándose en la aritmética
del horizonte del mar, muy azul.
HÉROES
Se acercó de tal manera.
En la noche perfumada y ávida
el mundo plano se alzó redondo
las cañerías transportaban agua potable
y todas las guadañas perdieron su pérfido filo.
Viajamos juntos como salmón y río
despellejándonos por alcanzar
lo que no brilla en el mar.
Llevábamos libros en las manos
sin rosas ni espinas
González, Iribarren, L. M. Rabanal, Vilariño, Lanseros
Vicente Muñoz, Manolo Ruiz, J.J. Téllez
un tal Chuba, una tal Olga, un tal Luis P…
y muchos más
todos juntos
imaginando torres altas
remansos alzados hasta el último palmo del cielo.
Fue feliz aquel noviembre
frío, largo como todos.
Ha pasado el tiempo
y aún, todos nuestros domingos
me tiro al río lleno de sombras.
Mío el amor, mía la vida
la velocidad de las dulces mentiras
que ambicionan la razón
de los que vivimos y leemos
por puro amor.
En la noche perfumada y ávida
el mundo plano se alzó redondo
las cañerías transportaban agua potable
y todas las guadañas perdieron su pérfido filo.
Viajamos juntos como salmón y río
despellejándonos por alcanzar
lo que no brilla en el mar.
Llevábamos libros en las manos
sin rosas ni espinas
González, Iribarren, L. M. Rabanal, Vilariño, Lanseros
Vicente Muñoz, Manolo Ruiz, J.J. Téllez
un tal Chuba, una tal Olga, un tal Luis P…
y muchos más
todos juntos
imaginando torres altas
remansos alzados hasta el último palmo del cielo.
Fue feliz aquel noviembre
frío, largo como todos.
Ha pasado el tiempo
y aún, todos nuestros domingos
me tiro al río lleno de sombras.
Mío el amor, mía la vida
la velocidad de las dulces mentiras
que ambicionan la razón
de los que vivimos y leemos
por puro amor.
Ramón Guerrero