Esa reacción compulsiva y feroz de la ultra izquierda en este país, de llamar fascista y hereje a cualquiera que cuestione su modo de ser y estar en la Tierra, opino, qué fascista es... Durante décadas, desde la Transición, se ha criticado a la derecha en España, yo el primero (quienes me han leído pueden dar fe), y me parece muy bien, las críticas son buenas si son constructivas, porque hacen mejor el sistema y controlan y equilibran al poder, sea quien sea quien detente en cada momento histórico ese poder, pero siempre han sido recíprocas, de uno a otro lado y viceversa, según quién gobierne, porque el pueblo y la calle aspiran en todo caso a algo mejor, y eso es una blasfemia que algunos, los adalides de la verdad absoluta, ya no toleran: la ultra izquierda decide ahora que a ella no, que son mejores ética y moralmente que el resto, y automáticamente tildan de fascismo a todo lo que cuestiona su verdad y su ley... Ayer, por primera vez en mi vida, me lo llamaron dos individuos a los que bloqueé, por hacer comentarios fuera de tono en el post Adictos a la lujuria, que les escandalizó y tildaron de incendiario y retrógrado: fascista... Y no, de fascista nada, ácrata en todo caso (los que me conocen lo saben bien): critico a quien me peta y sale de la chistera, a unos y otros según quién gobierne y lo que me parezca mejorable e injusto, pero eso, si replicas o largas de tu casa a alguien con quien no compartes ideario ni estética y viene a echar su meada en ella, es ser fascista hoy... Qué tiempos tan salvajes y oscuros...
Vicente Muñoz Álvarez