Poemas y trenes...
(DOS RESEÑAS)
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Este es un libro de un amante del tren, pero que no se reduce a servir a compañeros de afición, a friquis de la vía. El retrato singular, la forma de viajar, y sobre todo la narrativa. Alfonso tiene la capacidad de hacerlo biográfico acercándose a la experiencia cotidiana de cada uno de nosotros. Reflejándonos tanto que al final tiene uno la sensación de que es él, y no otro, quien está protagonizando el viaje. De hecho la pregunta final, acabando la lectura, es si todas esas regiones que nunca tuvieron red de ferrocarril, y que abundan en la España vaciada, los vacíos, no han quedado huérfanas sin saberlo de una parte de nuestra cultura y nuestra historia. A lo que hay que añadir la defensa cerrada de Alfonso de lo regional, muy coincidente con tantos ciudadanos que se organizan hoy en plataformas para que no se cierren sus líneas. Parece que la corriente de decisiones europeas y del gobierno central y autonómico no pasan por ahí, sino por el AVE o el Alvia, pero quién sabe. Unos líderes que te insisten a la par que tienes que dejar de usar el coche, sumado a la crisis de la energía, tal vez acabe resucitando estas líneas.