Cuando leí la noticia no daba crédito: Rubén Blades había dado un concierto de cinco horas en Puerto Rico, interpretando 41 canciones y haciendo gala de un sonido vocal y musical impecable. Y además, interpretó todos los temas de su disco Siembra, el más vendido de la historia de la Salsa, en el orden en los que se grabó en el año 1978. Los que estuvieron allí, dicen que fue histórico.
Los verdaderos artistas hacen historia sin pretenderlo. Blades se subió al escenario para hacer lo que mejor sabe: emocionar, deleitar con su arte al público que decidió escucharlo, y no sólo la música, también, una vez más, las letras de sus canciones, su literatura, su forma de mirar y de describir el mundo. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 24 de mayo de 2022.