Algo tan sencillo como ponerse de puntillas para alcanzar una manzana,
mirar el patio de una casa por encima de un muero,
dar un beso, hacer menos
ruido
al caminar.
El amor es preguntar
¿vienes conmigo hasta la boya amarilla?
apuntar con un dedo al horizonte
y no tener que nadar en soledad nunca más.
El amor es no querer que te quemes,
quitarte polen de gramínea del pelo,
preguntar
con suavidad
si tienes frío.
El amor puede ser estar mucho rato bajo el sol con los ojos cerrados
y ser tan feliz que consigues no pensar en la muerte.
El amor puede ser también
oír una bicicleta que frena delante de tu puerta.
Iñigo Sastre Garay
Elegante poema. La bicicleta, sin timbre llegará sin aviso previo y relegar el amor a una desilusión.