Te lo tengo dicho
cada año con idéntica historia
da igual que tu tiempo, tu vida
tú mismo
ya seas otro
—o acaso el de siempre
en distinta marea—
para qué miras la fecha, los calendarios
¿no lo entiendes?
siendo de mar, habiendo nacido
con los pies
al borde de las aguas
la canción de las olas
acunando un sinfín de sueños
y los aromas a sal, brea y algas
perfumándolo todo
cómo resistir indemne a septiembre
y sus tardes menguantes
cómo, y no rendirse a la evidencia
la orilla huérfana de huellas
la posidonia entregando ramos marchitos
al funeral del verano
¿lo ves?
pues así tú también, en silencio
sin el barullo de la risa, sin la alegría espontánea
del niño que avienta aguas al cielo
y aguarda feliz a la lluvia de estrellas
Tomás Soler Borja