No me gustan las cifras redondas que solo sirven para justificar prejuicios: cien días de gobierno no dan para entrar en ninguna evaluación ni objetiva ni práctica. Cien días son solo los primeros de cinco años durante los cuales no debemos quitarles el ojo de encima a los funcionarios públicos, desde el Presidente hasta el último secretario.
Estos cien días sí que sirven para recoger y compartir sensaciones que se van quedando en la piel ciudadana sin que estas empañen una eventual reflexión, más adelante en el tiempo, de los hechos del actual Gobierno que preside Nito Cortizo. Seguir leyendo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, 15 de octubre de 2019.