En un mundo cada vez más deteriorado, con la humanidad en proceso de destruir el planeta, este libro proporciona cierta esperanza (o al menos a mí me la ha dado). Nos ofrece un panorama, de aquí a cien años, en el que los avances en la informática, la búsqueda de nuevas fuentes de energía, la medicina, la inteligencia artificial o nanotecnología contribuirán, en mayor o menor medida, a consolidar un futuro menos peligroso, donde nuestra salud pueda ser vigilada por chips, donde los robots puedan ayudarnos a desempeñar multitud de tareas cotidianas, donde se puede frenar el envejecimiento, donde nos conectaremos a internet mediante unas lentes de contacto, donde los vehículos magnéticos ya no necesiten combustible… El autor se entrevistó con cientos de científicos y de expertos para examinar las tecnologías que pueden desarrollarse durante 100 años y que determinarán finalmente el destino de la humanidad.
Este ensayo sobre ciencia nos dice cómo serán las próximas décadas, y la lectura te deja sumido en un mundo increíble, propio de todo lo que hemos visto en las películas de ciencia ficción (esas películas de las que mucha gente salía diciendo: "Eso es imposible"). Pues bien, casi todo lo que hemos visto se va a ir cumpliendo. Pensemos en algunos avances de Blade Runner, Minority Report o La guerra de las galaxias. Muchos de los avances ya existen, pero no los conocemos porque están en pleno proceso de desarrollo, o son meros experimentos que, a falta de presupuesto, no pueden lanzarse aún a los mercados. Es un libro que cualquiera mínimamente interesado en lo que nos deparará los próximos 100 años debería leer ya mismo.
[DeBolsillo. Traducción de Mercedes García Garmilla]