Dunkerque (2017, Christopher Nolan). A survival horror thriller sensitive war movie.

Queda demostrado que Hans Zimmer lee este blog y que, después del rapapolvo que le metimos aquí a propósito de su horripilante banda sonora para Origen, se ha puesto las pilas con la música de la película que recomendamos hoy, aunque sea a su estilo: plagiando a otros. Su Dunkerque recuerda, por momentos, a las maravillosas bso de Jonny Greenwood para Pozos de Ambición y The Master. Pero bueno, que no pasa nada.


El caso es que los habituales de este blog (si es que queda alguno) ya saben que a mí no me gusta el cine de Nolan, porque es como de cine de autor pero comercial peor light pero sí.., de autor pero comercial pero frío pero soso pero de autor pero comercial. Imposible describirlo mejor.

Como a todo hombre de bien, me gustó Memento allá por el año 2000 (confieso que no he vuelto a verla)  pero ni Origen ni su celebérrima trilogía TDK me gustaron un pelo (del resto, es que sé las he visto pero no me acuerdo). Con Interstellar mi percepción del cine de Nolan comenzó a cambiar porque soy un romanticón y todo el rollo ése de que el Amor puede ser la salvación del Universo  me tocó la fibra. Esto, unido a que soy gran fan del cine bélico y, especialmente, a todo lo que tenga que ver con la WWI y la WWII han empujado a mi bolsillo a pagar la entrada para ver Dunkerque.


Yo creo que Dunkerque es una película muy interesante pese a que parece más una película de terror que bélica (por momentos recuerda a alguna de las entregas de la franquicia Destino final o un capítulo de esa serie tan macabra que se llama 1000 maneras de morir). O sea, lo mismo que nos enseñó Spielberg al comienzo de su Salvar al Soldado Ryan

Son las pequeñas historias de la Historia, las de Beevor o Eslava Galán, las de los diarios y entrevistas a los tipos y tipas que estuvieron allí. Las de la condición humana y todo eso. Las que cuentan muy poca Historia pero que son más posmodernas y más samuelfullerianas que los grandes desfiles militares (que ya no interesan a casi nadie). 

Aunque no me hagan mucho caso en lo de Samuel Fuller porque a mí toda las películas posmodernas de guerra me recuerdan a Uno Rojo, división de choque (1980). Aprovecho la ocasión para rendir un homenaje a esa obra maestra re-fundacional del bélico:


Total, que Nolan le quita épica al asunto y nos habla mucho de la supervivencia en la guerra, que es algo sensorial más que racional, por eso Dunkerque triunfa en ese nivel cinéfilo: el sensitivo. Dios bendiga a Hoyte Van Hoytema por su maravillosa fotografía.

Así que hoy vengo a recomendarles una película de Christopher Nolan que está muy bien aunque no me parezca tan moderna por ser pos-posmodernidad, como algunos dicen, y aunque, en este caso, su narrativa espacio-temporal no lineal aporte poco al asunto.

Pero, qué coño, también están las embarcaciones civiles cruzando el canal..,  el discurso de Churchill... y, sobre todo, sale Tom Hardy volando y haciendo machadas.

Que no todo en el Cine cool van a ser cobardes atribulados...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*