Olga Pardo: «Me interesa la poesía que te eleva, la que te hace ver que la vida es algo de más vuelo»

Algunas integrantes del taller

Esta vez, mi cita tiene lugar en la Asociación Humanista del Barrio del Pilar en Madrid. El último miércoles de cada mes, realizan un taller de Poesía e inspiración. Cuando llego, me encuentro con un pequeño local que se engrandece con sus actividades literarias y con las integrantes de la actividad. Olga es la coordinadora (en el centro en la imagen), y Fátima (derecha, abrigo verde) y Pilar (izquierda, abrigo negro) nos acompañan para dar luz a un taller poético que muchos barrios querrían tener.  



P: ¿De qué trata vuestro taller de poesía e inspiración?

Olga: La idea no solo era crear un taller de poesía, que ya hay en muchos grupos de Madrid, sino hacer un taller que sirviera para conectar con la inspiración. A veces la vida se vive muy gris, y la poesía no es algo que es bonito, es una forma de mirar la vida. Es interesante cómo captar esa mirada poética, tenerla en la vida y plasmarla en un escrito. Pero no todo el mundo del grupo escribía porque no le resultaba fácil. Leer y escuchar poesías de otros también es inspirador. Lo que queríamos hacer aquí es un trabajo más en profundidad: de dónde surge la inspiración, de dónde viene y cómo se inicia.

P: ¿Nos gusta la poesía a los madrileños? 

Olga: En otras bibliotecas del centro hay hasta listas de espera, así que parece que la poesía resurge o que hay interés. En el barrio es un poco más complicado, pero hay gente a quien le gusta.  

P: ¿Cómo llegaste hasta aquí, Olga? 

Olga: Estudié psicología y ahora trabajo en diseño gráfico. Yo estoy aquí porque desde siempre me ha interesado escribir y durante muchos años no le hice mucho caso. Hace unos años empecé a retomarlo. Cuando escribes cosas que te pasan de una forma poética, ahondas en sentimientos, sensaciones, y me pareció interesante compartirlo, y hacerlo de una forma colectiva.

P: Creáis poesía y relato corto, ¿no es así?

Olga:
 
Eso lo pusimos porque a lo mejor no a todo el mundo le encajaba escribir en verso, entonces por eso quisimos abrir esa otra variante.
Pilar: Yo estoy muy interesada en el taller de poesía y literatura porque a mí me gusta escribir, me aporta mucho todo lo que aquí se hace. Yo estaba en un momento muy difícil de mi vida, me acababa de quedar en paro, descubrí esta asociación y vi que me podía aportar. De hecho, me ha aportado más de lo que creía que me iba a aportar. Lo que más me interesa es el taller de poesía. En la universidad escribía. Lo hacía en un grupo de creación literaria. Allí escribí monólogos y microrrelatos de humor. Mi evolución ha ido a poesía social, crítica social o destructiva del ser humano y de la sociedad. Aquí, a parte de lo que yo aporte, a mí me aportan y me nutro con esas guías de talleres de psicología para crear mis poesías. Olga tiene una gran capacidad para hacernos relajar y entrar en conexión con nosotros mismos, para encontrar el momento de escribir y de sacar lo que tenemos dentro.

P: Vayamos a la inspiración. ¿Cómo la trabajáis en el grupo? ¿cuáles son las claves para que las musas bajen a visitarnos? 

Olga: Al principio traíamos las poesías que más nos inspiraban, y empezamos leyendo a autores o comentando a otros escritores que nos gustaban. Analizando qué nos aportaba eso, y en algún punto del taller, hacíamos un ejercicio de interiorización (porque cuando hablas lo externalizas) y escribíamos algo en el momento: sobre qué le había surgido de esa charla, qué le había producido o qué sensación les había dado ese tema. Un día el taller trató sobre autores relacionados con la no violencia. Me gustó mucho tratar a Tagore, activista de la no violencia y poeta, con una sensibilidad exquisita. Lees a esos autores que tienen ese mundo, y de repente te dan ganas de escribir o te mueve algún sentimiento o alguna sensación.

Me gustó mucho tratar a Tagore
activista de la no violencia,
con una sensibilidad exquisita

P: ¿No mandáis ejercicios para casa, entonces? 

Olga: Se escribe en el momento, en el taller. Es algo rápido y corto, y luego a lo mejor en casa te surgían más cosas y podías traerlas. Escuchar las poesías de otros te inspira.

P: La paz o la interculturalidad son algunos de los temas que tratáis. ¿Cómo surgen los temas que proponéis? ¿quién los proponen? 

Olga: Lo vamos hablando. A Fátima le interesa mucho el tema de la interculturalidad. Le gusta mucho la cultura asiática (India, China, Tailandia). Por ejemplo, este mes queremos hacer una cena de ramadán, pero antes de la cena, tratar algunos temas como el de la mujer (no solo en el islam).
Fátima: Y a lo largo de la historia también, en todas las culturas y cómo ha evolucionado.
Olga: Cómo ha sido su aporte, que normalmente se soslaya o minimiza mucho. También sobre cómo se discrimina a las mujeres o a otras culturas o al que es diferente. Ese no va a ser un trabajo con poesía, sino charlar y acabar con la cena de ramadán. 
Fátima: Yo propuse hablar sobre la evolución de la mujer a lo largo de la historia, y sería interesante que las musulmanas vinieran a conversar sobre la situación de la mujer en el islam y de la multiculturalidad. Que cada uno aporte algo de su cultura y de su país con un plato típico. Esta asociación es humanista, todo centrado en el tema del ser humano.


P: He visto en vuestro blog que abanderáis la poesía social, ¿qué es lo que busca este tipo de poesía?

Fátima: Sensibilizar conciencias.
Olga: Tenemos la inquietud de que algo tiene que cambiar, tanto en uno mismo como en lo social, porque van unidos. La cultura también es una forma de influir o de tratar de transformar. Como dice Fátima, hay que buscar sensibilizar y también de profundizar partiendo de uno mismo, y plantearse qué podemos hacer hacia afuera, en lo social. En noviembre hicimos un taller llamado Construyendo un barrio que inspire. Planteamos el proyecto de poesía, hicimos un vídeo sobre qué es para ti la inspiración y charlamos sobre las actividades de los talleres. Algunas personas hablaron sobre su cultura. En concreto, hubo una persona que habló de Moldavia, y nos explicó cómo era su país.

P: Antes habéis dicho que vais a hacer una cena de ramadán con distintas nacionalidades, ¿cuántas conocéis en este barrio?

Fátima: Hace poco han abierto un restaurante indio, y lo regentan bandaglesíes. Conocemos a gente de Bangladesh, Marruecos, Túnez, Libia, Rumanía o Moldavia. Conocer a gente de otras culturas enriquece mucho a nivel personal, es importante no cerrarse puertas e ir sin prejuicios. A nivel personal siempre te aporta algo. 
Olga: Por aquí, por esta asociación, ha pasado gente de muchos países: Rusia, Polonia o Ucrania. Hace años dábamos aquí clase de español. Y en el barrio también va viendo más gente. Hace tiempo también tuvimos proyectos con Bangladesh, y tenemos gente allí con la que mantenemos relación. Aunque en este taller no hemos tenido tanta diversidad como en otros talleres. Nos encantaría que viniera gente de otras culturas, para que nos trajeran muestras de poesía de otros lados, porque nos aportarían mucho.
Walt Whitman también tenía 
un gran trasfondo social, 
era el paradigma del poeta libre. 
De cada uno captas esa forma de mirar.

P: ¿Cuáles son vuestros referentes de la poesía social? 

Olga: Según hacemos el taller, nos documentamos, vamos buscando y aprendiendo cosas de la literatura de bachillerato. De la poesía española, Celaya es muy interesante, también los poetas del 27. Aunque no hemos tenido tiempo de profundizar. Hemos ido saltando a diferentes campos. Te aportan muchos poetas, como Neruda o Rubén Darío. Para mí, un poeta de cabecera es Tagore. Walt Whitman también tenía un gran trasfondo social, era el paradigma del poeta libre. De cada uno captas esa forma de mirar.
Pilar: Yo tengo predilección por Miguel Hernández. He leído muchísimo de él. También por Rosalía de Castro, una poeta extraordinaria que aportó muchísimo y fue muy valiente. Y todas esas mujeres feministas que, aunque no hicieron poesía, hicieron camino para la literatura y para el mundo academicista español. Yo soy muy de la tierra de poesía de España. También me gusta Cernuda y Miguel Miura. Quizá no leo tanta poesía como debiera, porque me gusta mucho la literatura en general. Me gusta escribir lo que veo, observo en la naturaleza o en el día a día, y esa es la forma de hacer poesía. La forma de relajarme con mi hijo es sentarme con él y escribir, y el niño se relaja y yo me relajo.

P: ¿Lees poesía con tu hijo?

Pilar: Sí, yo trabajo con el niño la poesía y la literatura. Tengo una gran colección de literatura infantil y me aporta para el niño. Le leo todos los días entre uno y dos cuentos. Él está deseando leer, pero va lento. Todo esto le aporta para un futuro. Yo escribo para organizarme en un equilibrio, y todo ese conjunto de poesías que tengo, me van haciendo una trayectoria de ese equilibrio: fíjate cómo estabas, fíjate qué ha pasado o hay que volver aquí.


P: La música y la poesía van de la mano, ¿os inspira la canción protesta propia de José Antonio Labordeta o Joan Manuel Serrat? 

Pilar: Sí, mucho. A mí me gusta Víctor Manuel y Rafael cuando cantaban juntos poesía social. Labordeta, las jarchas, Pimpinela, que también algo aportaban.

P: También tratáis poesías de otras partes del mundo, ¿cómo cuáles?

Olga: Uno de los talleres era sobre poesía intercultural. Tenemos sensibilidad con esos temas, que nos gustan. Aquel día estuvimos leyendo poesía árabe, china.

P: ¿Cuáles son vuestros poetas del pasado imprescindibles?

Fátima: Me encanta la forma de escribir de Bécquer. Tiene un alma de niño y una sensibilidad muy infantil.
Olga: según avanzamos en los talleres, vamos conociendo más poesía y cambiando los gustos. Tenemos autores muy buenos en España. Hay cosas muy especiales en Quevedo o Lope de Vega. A veces coges fragmentos de Cervantes y te das cuenta del peso que tenían. Pero ahora vas buscando y vas encontrando a gente interesante, como a Walt Whitman o Tagore. Por ejemplo, en el taller de poesía intercultural, había autores de poesía árabe en los que reconocías muchas cosas nuestras, y en ellos veías una añoranza de cuando España era Al-Ándalus. 

P: ¿Cuál es la poesía que más os gusta?

Olga: A mí la que más me interesa es la que te eleva, y que te hace ver que la vida es algo de más vuelo, que no es algo solo de ir corriendo a trabajar, de estar estresado y con prisas. La buena poesía es la que te hace sentir que hay algo más: un sentido, una transcendencia. Te conecta con tu yo más espiritual. 
Me interesa la poesía que te eleva,
la que te hace ver que la vida
es algo de más vuelo

P: ¿Y ese poema de Antonio Machado a las moscas?

Fátima: Pero son muy naturales. Cuando te metes en la mente y en el mundo de ese autor, te acaba gustando porque le comprendes.

P: Además, ese poema lo cantó Serrat. 

Olga: Hemos tenido cantautores que hicieron mucho bien con la poesía, Serrat y Aute están entre ellos.
Pilar: También Ismael Serrano, Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén, Labordeta, aunque era más político, su trascendencia política me mató un poco. Melendi también, ¿por qué no? Antonio Orozco incluso.
Olga: Es que los autores de los sesenta y setenta han recuperado mucha poesía. Por ejemplo, Camarón cogió el poema La leyenda del tiempo de García Lorca. Leonard Cohen era muy fan de Federico García Lorca, y sus escritos tenían mucho de poesía; Pequeño vals vienés es una adaptación de un poesía de  Lorca. Yo primero descubrí la canción y después la poesía. Los cantantes tienen la gran labor de hacer popular la poesía. 
Pilar: Y no nos olvidemos de Javier Krahe, que ha recuperado muchísima poesía del siglo XIX.
Los cantantes tienen 
la gran labor 
de hacer popular 
la poesía

P: La copla también, que empezó como canción protesta.

Pilar: Sí, es verdad. Lo que pasa que la copla le gustaba a Franco y se le etiquetó como que era un tipo de canción de derechas. Pero en la República, que fue cuando empezó, tuvo su gran aporte social. En la actualidad tenemos a coplistas actuales como a Diana Navarro, que es una copla social de aquella época. Como lo hizo Serrat, Aute y Camarón.  

P: ¿Cómo veis la poesía en la actualidad?

Fátima: Yo es que me quedo en lo clásico. Me pasa igual que con el arte moderno. No entiendo bien lo que intentan expresar.
Olga: Reconozco que no he profundizado mucho en los poetas modernos. Hemos ido a cosas más conocidas. Clara Janés ha sido mi gran descubrimiento, aunque es de una generación anterior, que toca el tema de la trascendencia, igual que María Zambrano, que tendía a la filosofía moderna. Pero mi acercamiento a la poesía ha sido a través de la música. Hay autores que hacen poesía, como Manolo García, por eso el escritor poeta actual ha pasado más desapercibido.
Fátima: Manolo García o Antonio Orozco son poetas. Lo hacen muy natural.
Olga: De todas formas, la poesía no es algo que se valore o que se le ponga importancia. Yo creo que la poesía en el colegio debería de estar mejor reconocida porque te despierta cierta sensibilidad, es algo que te retroalimenta y hay que desarrollarlo. 
Fátima: La sociedad actual es muy violenta y enseña a los niños a competir. Yo soy técnico de animación, y hago talleres y actividades con ellos, y siempre quiero hacer cosas con ellos para no competir, solo jugar.
P: Y seguro que ellos se quejan porque quieren algún premio (risas).

Fátima: Sí, ellos quieren eso. Por eso, la poesía desarrolla esa sensibilidad y conexión con otro ser humano, con la naturaleza o con otra cultura. No somos máquinas, y se debería enseñar expresión artística que les devuelva al ser humano más natural. Sin que haya tanta competitividad.
Olga: La educación van quitando todo lo que es creativo, de humanidades, porque todo se mira desde un punto de vista muy funcional y de producción, que es un error total, porque el ser humano necesita de todas esas vías. Necesita hacer teatro, deporte, arte, porque así tienes un desarrollo integral. No puede ser solo intelectual, matemáticas y física.
Pilar: Yo voy a leer al colegio de mi hijo todos los años, y la primera vez la profesora se sorprendió cuando dije que iba a hacer una improvisación con poesía teatralizada. Le pareció raro. El sistema educativo español no entiende que se tenga que aportar la poesía.

P: ¿Qué poemarios recomendaríais en los meses de primavera?

Pilar: El Romancero gitano de Lorca.
Fátima: Gloria Fuertes, que en concreto tiene un poema muy bello A la primavera, me gusta la forma que tiene de escribir y cómo lo expresa, es alegre e informal.
Olga: Veinte poemas de amor de Neruda. Aunque hay un poema de Tagore que se llama Gitanjali, que me gusta mucho. 

P: Por último, ¿por qué deberíamos ir a vuestro taller?

Olga: Porque hay que darse un espacio a uno mismo para hacer cosas con gente y hacer algo creativo. Y es necesario que uno busque su inspiración, que para algunos puede ser la poesía, para otros otra cosa, pero la poesía puede ayudar, aunque solo sea escuchar a un poeta. Algo que ayude a conectar con el mundo interior y con el mundo poético.
Fátima: Yo considero que la sociedad está muy aislada, y se genera un aislamiento en el individuo demasiado yo, yo, yo. El hecho de venir a un grupo para reunirse con más gente para conectar con personas, está bien. Yo no concibo al individuo como a una persona sola. Aislarte no te aporta nada. El ser humano aprende a base de sociabilizarse.
Pilar: Considero importante tener este espacio para poder ser yo, para poder expresarme y poder encontrar personas que me aporten los recursos necesarios para poder buscarme y expresarme.


Si quieres acudir al taller de poesía e inspiración, apunta:
Día: el último miércoles del mes
Hora: 7:30
C/ Ponferrada, 4 (Barrio del Pilar)
Metro Peñagrande
Télf: 615 343 029 - 617 722 444

Entrevista realizada por María Bravo.




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