El Ebro traga gustoso
papeleras que tiran los imbéciles, ruedas, bolsos y zapatos, carritos de supermercado y muñecas violadas, coches, botellas y cadáveres.
El Ebro traga con gusto
especies invasoras:
siluros, alburnos y mejillones cebra;
compresas, condones y ropa vieja.
El río traga sin rechistar
la mierda de la papelera de Montañana,
gasolina, productos químicos y medicamentos, móviles, televisiones y monedas.
El Ebro traga gustoso
viagra, prozac y cocaína,
colillas, orines y excrementos humanos,
animales muertos y latas.
El Ebro ya está harto
y la próxima primavera, con las lluvias,
se va a desbordar
y va a arrasar Zaragoza.
Rafael Sanz Sierra