LOS HIPERBÓLICOS

―¿Qué te parece? ―me preguntó al rato sin mirarme.
―Parece muy acogedora.
Tal vez esperaba un adjetivo más preciso, o una demostración de admiración más entusiasta, o puede que un despliegue de alabanzas que premiaran su acertada elección. Me pareció correcto no exagerar. De hecho, no suelo hacerlo; siempre he sentido desconfianza de las personas “hiperbólicas”, de esas que la moderación y el término medio no forman parte de su vida y todo lo magnifican con el único fin de simular una sensibilidad de la que carecen...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*