50 primaveras, cómo pasa el tiempo, y cosas que sí y otras que a medias, pero algunas, eso lo tengo muy claro, ahora ya no... no a dejarme manipular ni llevar (y son muy sutiles las formas y maneras), hacer lo que no me gusta ni quiero, ser objeto de nada ni nadie, y sí, en cambio, eso por descontado y supuesto, a la amistad y el amor verdadero... y también a reconocerme ya a las claras en otro tiempo y siglo y lugar, porque es evidente que este que me ha tocado vivir no es el mío, y a recorrer en lo sucesivo, vaya por donde vaya y me lleve a donde me lleve, mi propio camino... atrás quedan personas, puntos de encaje y momentos y evasiones de mucho poder, milagros y desengaños, sueños rotos, corazones robados y tanta, demasiada ilusión... pero ya no más condescender con lo que no me realiza ni siento ni quiero, eso lo tengo muy claro... y las heridas y estigmas e incendios y pérdidas, el mal está hecho, pero también la certeza de mi propia identidad...
a fuerza de golpes
voy aprendiendo
Vicente Muñoz Álvarez