cosas que envejecen sin que apenas te des cuenta, los años, por supuesto, cómo se acumulan, junto a otras aleatorias y ya subjetivas que van conformando tu paso fugaz por la tierra, tu experiencia y situación, ese cúmulo de pequeñas frustraciones que van erosionando como el viento tu roca, las quimeras que soñaste, lo que pudo haber sido y no fue y en especial lo que es, falacia e impostura, inercia y demolición, frente a esas otras que nunca nadie te enseñó y a fuerza de golpes fuiste aprendiendo, cómo sobrevivir al naufragio, el latido inmediato del corazón, el estar presente y alerta, aquí y ahora, y dan sentido y rumbo al camino...
tú eliges la ruta
Vicente Muñoz Álvarez