"múltiples pájaros gigantescos, de una blancura fantasmal, volaban sin cesar viniendo de más allá del velo blanco y su grito, mientras se perdían de vista, era el eterno ‘¡Tekeli-li!"
Narración de Arthur Gordon Pym, Edgar Allan Poe
cosas que me sorprenden día tras día (para bien o para mal) y no logro entender, luces que se encienden y apagan, fracasos y desengaños, aunque al mismo tiempo también (aries de pura cepa), ilusiones y quimeras siempre a la vista... el tema es, en cualquier caso, no saber a lo que atenerse nunca, no estabilizarse y sentarse a respirar con calma nunca, caminar a tientas por la cuerda floja y tener que resignarse siempre a esta deriva... esto es mi vida, pienso, o lo que yo mismo he hecho de ella, y por lo tanto así se supone que deben ser y salirme las cosas... pero no puedo, no obstante, evitar la náusea y el vértigo con tanto vaivén, olas inclementes que azotan mi barco, marejadas y tormentas, flujo y reflujo, todo en continuo movimiento, y la tierra firme tan lejos... cosas que no entiendo y lucho por asimilar, senderos que se bifurcan, sorpresas que nunca espero, heridas y caricias, estigmas y abrazos, besos y cicatrices, todo en continuo movimiento... que me tengo que acostumbrar sin más a esta forma extraña de vida, me digo, que no puedo esperar tanto de nada ni nadie, crearme expectativas, que debo fluir sin más en el espacio y el tiempo o que la humanidad está desorientada y perdida y la deriva nos arrastra a todos, es lo que pienso... albatros y remolinos y agujeros negros... y mi barco errando sin bandera ni puerto a la vista...
tekeli-li
tekeli-li
Vicente Muñoz Álvarez