La primera vez que supe de Lenny Bruce, hará ya unos mil años, fue al ver la película de Bob Fosse, Lenny, interpretada por Dustin Hoffman. Recuerdo que me entusiasmó, y que me quedé prendado de ese personaje blasfemo, provocador y políticamente incorrecto. Muchísimo tiempo después encontré en la Feria del Libro de Madrid un volumen que, supongo, poca gente conoce: Lenny Bruce. El cómico del escándalo, una especie de agrupación de textos de diversa procedencia (entrevistas, números cómicos, etc.). Gracias a Malpaso podemos leer ya estas memorias, atípicas y extravagantes. Subtituladas "Memorias de un bocazas", constituyen un pequeño pedazo de la historia de Estados Unidos porque incluyen episodios muy sonados allí, como las polémicas y juicios por escándalo público tras ciertas actuaciones en los clubes. Eran tiempos de busca y captura y de caza de brujas, y un tipo deslenguado como Lenny Bruce se convirtió en la cabeza de turco de los biempensantes.
Necesitamos, hoy más que nunca, a cómicos como Lenny Bruce. Que no tengan miedo. Que sepan hacer del humor un arma arrojadiza. Que no se callen. Que apuesten por un lenguaje políticamente incorrecto. Aquí, en estas páginas, están sus historias de amor y sexo y odio, sus escándalos y sus arrestos, sus aprendizajes, sus enfermedades… Absténganse de leerlo los que tengan la cabeza cuadrada y problemas con el humor y el lenguaje con jerga y palabrotas.
Aquí van las primeras páginas, servidas por El Boomeran(g).
[Malpaso Ediciones. Traducción de Laura Salas Rodríguez]