Es una flor bellísima, de un color rojo en los cabellos y en el carmín de la boca. Me acerco y ella me responde, tonteo y ella juega, me acerco, después de unas copas y muchas sonrisas perfumadas la beso y tras unas caricias me la llevo escaleras arriba a la habitación y cuando se desprende de sus pétalos y deja ver sus senos bajo el sujetador no me puedo contener, se quita la falda cortísima y bajo sus exiguas bragas de encaje me descubre una sorpresa que me deja atónito, su sexo enhiesto, un cactus fálico No me salen las palabras para deshacerme de eso y balbuceo que no me lo esperaba que a mi me gustan las mujeres y ella se cubre sonriente, ¿seguro que no quieres probar?