Ciencia ficción, mucho más que naves espaciales

Por: Rafael Azgra

La llegada de la era informática abrió a los autores del género un amplio abanico de posibilidades.

Muchos de nosotros, casi todos, cuando escuchamos la expresión ciencia ficción automáticamente pensamos en las películas que hemos visto a lo largo de nuestra vida; algunos más versados en la materia incluso evocarán ciertas publicaciones en forma de cómic. Pero lo cierto es que este género ya data de mucho antes.

– LITERATURA CLÁSICA DE CIENCIA FICCIÓN

Si remontamos la corriente del río del tiempo, podríamos asegurar que algunas historias del folklore y la mitología poseen ciertos toques de ciencia ficción, como el mito de Dédalo, que llega a construir estatuas dotadas de movimiento, o el del Golem. Ambos podrían considerarse una forma arcaica de los robots. Pese a ello, no son considerados pertenecientes a este género.

Algunos afirman que el primer relato de ciencia ficción que se escribió no es otro que Frankenstein o El Eterno Prometeo de Mary Shelley, nada más lejos de la realidad. En realidad el primero es Somnium de Johannes Kepler, que trata sobre un viaje a la luna y data de 1623. No obstante, fue el relato de Shelley el que abrió la puerta a otros autores brillantes del género, como Julio Verne, Edgar Allan Poe y H.G. Wells, que marcaron un hito en el panorama literario. No obstante fue más tarde cuando se acuñó el término “ciencia ficción”, pasando las obras de estos autores a englobarse en los géneros de aventura, terror o fantasía.

– EL NACIMIENTO DE UN GÉNERO

Hugo Gernsback funda Amazing Stories, una revista especializada en relatos de “scientifiction”

El inicio del siglo XX supuso todo un reto y una oportunidad para los autores del género, que publicaban sus historias por lo general en revistas de aventuras. Fue en los años 20 cuando Hugo Gernsback funda Amazing Stories, una revista especializada en relatos de “scientifiction”, término que acuñó el propio Gernsback y que posteriormente, tras desavenencias legales, se denominó “ciencia ficción”. Dado el éxito de la revista, pese a ser muy criticada y sus contenidos tachados de literatura sensacionalista, aparecieron otras con el mismo objetivo: contar historias increíbles a los adolescentes de la época. Fueron estas publicaciones las que catapultaron a escritores de la talla de H.P. Lovecraft.

– CUANDO EL MOSTO SE CONVIERTE EN VINO

Como era de esperar, hubo algunos de esos adolescentes que continuaron propagando el legado de aquellas revistas “pulp”. Con la aparición de los cómics de superhéroes, el género comenzó lo que podría denominarse su época dorada. Lejos de resultar una distracción para los jóvenes lectores, sirvió para que la ciencia ficción llegase a mayor cantidad de público. Conocimos a Asimov, a Arthur C. Clark, a Ray Bradbury y un larguísimo etcétera, que conforma lo que todavía hoy leemos imaginando si aquellos argumentos serán, algún día, posibles.

– EVOLUCIÓN FRENTE A LA EXTINCIÓN

Posiblemente el mayor problema con el que se ha encontrado la ciencia ficción es el paso del tiempo y lo rápido que puede cambiar nuestra sociedad. Algunos relatos quedaron obsoletos cuando el hombre se lanzó a la conquista del espacio o realizó importantes avances científicos. Había que ofrecer algo más. Los relatos de carácter utópico y futurista ganaron fuerza. Las portadas de las revistas pulp mostraban a menudo chicas con poca ropa o imágenes terroríficas para conservar el interés del público adolescente, cada vez menos impresionable.

– EL MILAGRO DE LOS BITS

La llegada de la era informática abrió a los autores del género un amplio abanico de posibilidades. Con el apoyo de las grandes superproducciones cinematográficas, la ciencia ficción se renovó una vez más. Es innegable que, gracias a los ordenadores, hemos conseguido enormes avances en los distintos campos científicos y tecnológicos, lo que dio la oportunidad de dividir el género en varios subgéneros, como consecuencia de la enorme variedad de la que se disponía.

– ALGUNOS SUBGÉNEROS

El primero de todos fue el Cyberpunk, que combinaba tecnología y política para mostrarnos historias, a menudo subversivas, en la que la sociedad se ve esclavizada por el avance tecnológico y el capitalismo. Muchos de los autores de este subgénero serían los que posteriormente crearían con sus obras el Biopunk y el Steampunk. El primero relataba sucesos que bien podrían tener lugar en el pasado, el presente o en el futuro y que solía tratar temas relacionados con la biotecnología, como la experimentación genética o la biología sintética y cyborgs. El Steampunk es un subgénero que suele estar ambientado en la revolución industrial. En él podemos ver inventos actuales o futuristas, con tecnología basada en el vapor –por regla general- y que hubiesen resultado locos en la época. Algo parecido, pero mucho más distendido es el Retrofuturismo en el que se podría denominar ucronía. En él se da un vistazo a las pretensiones tecnológicas de los gobiernos durante la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría.

Hay muchos más subgéneros de la ciencia ficción. Tantos como enfoques posibles de la existencia pasada, presente o futura tengamos los mortales. Los aquí enumerados son los que se consideran “principales”. ¡Animaos a intentar descubrirlos todos!

Imagen de Google

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A continuación adjunto un listado de títulos que ayudarán a comprender más o iniciarse en la ciencia ficción.

  • Saga de la Fundación (Isaac Asimov).
  • El juego de Ender (Orson Scott Card).
  • ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas? (Philip K. Dick).
  • Frankenstein o El eterno Prometeo (Mary Shelley).
  • Dune (Frank Herbert).
  • De la Tierra a la Luna (Julio Verne).
  • Crónicas Marcianas (Ray Bradbury).
  • La guerra de los mundos (H. G. Wells).
  • 1984 (George Orwell).

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