El cómico Eubulo escribió en el siglo IV una obra titulada "Dioniso", del que recogemos este fragmento formulado por el encargado de mezclar los vinos durante los "simposium" -bebemos juntos-, en los que los griegos se reunían para departir como en "El banquete" de Platón:
"Sólo tres cráteras mezclo
para los que son prudentes; la una, de salud,
la que apuran primero. La segunda,
de amor y placer. La tercera de sueño,
que al apurarla los invitados sabios
regresan a casa. La cuarta ya no
es nuestra, sino de la insolencia. La quinta del griterío;
la sexta, de los bailes en la calle; la séptima, de los ojos
morados;
la octava, de los alguaciles; la novela, de la cólera;
la décima de la locura, que también hace caer".