Pilar Adón: Mente animal.
La Bella Varsovia.
«He visto algo grandioso e inexplicable y no por ello he cambiado».

Al corazón de esta obra habría que llamarlo páncreas, garganta, guijarro, quizáhígado. El perfeccionismo, imprescindible en el arte, posee un lado salvaje. Lo irracional es perfecto en sí mismo: no necesita de nuestros razonamientos. «Quedará lo que no tiene sentido ni razón ni fin». Animales, memoria, despojos, barro. Quedará el hueco abierto. «El humo asoma al cosmos desde las chimeneas y lo demás no se ve».
Cada libro corre una suerte. «Es difícil dejar de ver las cosas con ojos ajenos». Leo tumbada en silencio. Si me incorporo el estruendo me golpea: el mar, la playa, las voces, un terrible viento. La cubierta de Laia Arqueros se vuelve salina y pringosa de crema.
Las olas esconden la muerte y los erizos comen espejos.