Erri De Luca: Los peces no cierran los ojos & El crimen del soldado.
Seix Barral. Traducción de Carlos Gumpert.
De Luca es escritor y alpinista, alguien para quien «la escritura sigue siendo festiva, no obligatoria». Eso se nota: De Luca escribe con el cuerpo distendido, frente a una cerveza después del esfuerzo, en frases tranquilas y cortas.
La ficción y el recuerdo autobiográfico son una doble cuerda en sus historias. Excluye palabras y vierte lirismo. Su prosa está hecha de tierra, de aire, de agua de mar. Es confidencia en la intimidad.
Desde las cumbres se avistan horizontes; en lo microscópico —dentro de uno— hay incontables trayectos. «Hablando se dicen un montón de mentiras». De Luca alumbra con luz de fósforo esquinas y sombras. Su intención: derribar lo evidente, echar arena a los ojos de lo puro.
La vida es una roca que se desmenuza, una piedra que se astilla. Escribir, recomponer sus cascajos. Los mascamos como caramelos. Se incrustan, duelen. El papel, cuando hay suerte, hace más soportable el daño.
* A Paco Roda. Cercano y viejo amigo.