La vida interior de las plantas de interior, de Patricio Pron

interiorplants

Seguimos con la argentinidad, después de Casas (aquí) y Aira (aquí) y Piglia (aquí), ahora vamos con Pron. Patricipo Pron, a parte de ser un señor con un súper tupé, es un escritor joven argentino, joven, a saber, menor de cuarenta años. Para ser joven ha publicado un porrón de libros (la incontinencia argentina, sí). Para ser joven me he leído muchos libros suyos, no sé, tres o cuatro. El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan, El comienzo de la primavera, El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia. Acabo de terminar su último libro de relatos, La vida interior de las plantas de interior. (Como ven, algo que seguro sabe hacer Pron es titular libros). Presentación hecha. Bien.

Lo mío con Pron: Lo mío con Pron es extraño pero me pasa, qué le voy a hacer. Lo mío con Pron es que leo sus libros y los olvido, pero me gusta. Es extraño, siempre uno se acuerda de los libros que le tocan, recuerda la trama, ciertos pasajes, ciertos momentos que es capaz de repetir, a su manera, claro, la de cada uno, pero más o menos fidedignamente. A mí me gusta Pron, como escribe, pero lo que me pasa, lo mío con Pron,  es que no me acuerdo de nada de los libros que he leído, y son unos cuantos. Sólo recuerdo un relato de El mundo sin… en el que una fotógrafa profesional saca fotos a escondidas de una niña haciendo pis y luego las mira en su casa y se masturba, es de los mejores cuentos que he leído en mi vida (pero ni siquiera sé si la trama real es esa o me la he inventado yo, tampoco me acuerdo de su título), no me acuerdo de nada más, sé que gran parte de su narrativa, cuentos, pasajes de novelas, pasan en Alemania, entiendo porque Pron estuvo estudiando en allí, o lo imagino (ya lo dije antes, los autores argentinos son casi personajes de ficción), pues eso, que no me acuerdo pero que me gusta, Pron, y vuelvo a él, me compro sus libros y cuando los termino estoy feliz, pero no me acuerdo, no me acuerdo de la trama, pero sí tengo memoria del placer, del placer que provoca su lectura, lo mío con Pron es puro sexo sin amor, pero ese sin amor que en realidad está lleno de amor. Por favor, no interpreten que la narrativa de Pron está vacía, que ese sin amor no tiene amor, no es que uno piense que su narrativa está vacía, nada de eso, no como Yuri Herrera por ejemplo (aquí), simplemente no me acuerdo, me acuerdo sólo del placer.

PronDespués de este lo mío con Pron, entenderán que Pron es otro escritor argentino, otro más, es decir, singular, único, interesante. Entenderán que vuelva a él. Estoy haciendo una crítica sin hablar del libro, el libro es La vida interior de las plantas de interior (lo escribo más por el SEO, no por otra cosa). ¿Se puede hacer una crítica sin hablar del libro? Creo que no, pero no lo tengo del todo claro. Pongo aquí un párrafo del libro, porque sirve como ejemplo de prosa, porque es una de las mejores metáforas de lo que es querer ser, ser, escritor y porque si no lo escribo probablemente lo olvide.

A. lee bastante; varios libros por día, que a menudo deja por la mitad porque tiene la impresión de que el tiempo es escaso y que él no dispone del suficiente para leer lo que se ha escrito antes, y de lo que todo el mundo habla, al tiempo que lee lo que se escribe ahora y piensa en qué se escribirá en el futuro; la historia de la literatura no tiene, en ese sentido, ninguna contemplación para con A., a quien a veces le da la impresión de que corre una carrera con cientos de otros corredores que se apiñan en los carriles dibujados en el suelo de una pista circular —y, por lo tanto, carente de comienzo y de fin— y que los corredores son tantos que A. no puede avanzar pero tampoco retroceder y ocupa cada vez una porción de pista minúscula y siempre igual, encajonado entre corredores que son increíblemente altos y le impiden ver dónde ha comenzado la carrera pero también dónde termina, o algo así.

Que no, que no quiero hablar del libro, yo lo que quiero es hablar del placer, aunque sepa que voy a fracasar, porque vais a pensar que el libro es malo y no lo es, da placer pero la palabra placer asusta, porque uno puede rápidamente asociar placer con sin enjundia, con bestseller, con artificio vacuo y no lo es, no lo es, se lo digo yo, léanse a Pron, lo que sea, da igual, siempre bien (¿por ahora?).

The post La vida interior de las plantas de interior, de Patricio Pron appeared first on La vida panorámica.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*