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| laura makabresku |
I
Adoro aquéllas que
florecen de noche.
Las más oscuras, tiernas y tibias
flores.
II
El mundo se desvanece en partículas
azules
que me envuelven, santifican
y hacen de mí,
una ella
más profunda
y en comunión
con los sonidos de las flores.
III
Suicidio de terciopelo
besándome infinitamente
la plenitud de mi noche.
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