Grandes "franciscos": Los franciscanos ustacha croatas de la WWII.

El franciscano Petar "Pero" Brzica sigue ostentando un récord mundial que va a ser muy difícil de batir: en 1942 este teniente de los Ustacha (el sanguinario movimiento ultranacionalista católico croata), guardián del campo de concentración de Jasenovac, ganó el concurso de rebanamiento de cuello de prisioneros serbio-ortodoxos con la única ayuda de su inseparable "srbosjek". 


Recibió como premio un reloj de oro y una cena en la que se sirvió cerdo asado regado con abundante vino. La plusmarca no era para menos: 1.360 degollados. Y eso que los guardias del campo trabajaban como titanes; en agosto de ese mismo año habían conseguido matar a martillazos a 3.000 serbios. 

Hala venga, no se me estremezcan tanto.., no sean tan moñas.., total.., ¡¡¡qué son 1.360 muertos!!! del total de los 600.000 seres humanos ejecutados con extrema crueldad... 


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... en Jasenovac durante los cuatro años que el campo permaneció operativo (1941-1945). 

Nos podemos imaginar el infierno que significó Jasenovac si atendemos al horror que mostró, tras conocer las barbaridades que en él se cometían, el general nazi Edmund Glaise von Horstenau. Y ojo, porque conseguir horrorizar a un nazi tiene mucho mérito. La indignación de von Horstenau por las carnicerías cometidas a manos (literalmente hablando porque "en Jasenovac se asesinaba con golpe de maza en la nuca, con cuchillo, con toda clase de objetos contundentes, por ahogamiento, hambre, quema de personas vivas y ahogamientos en piletas de cal viva") de los católicos croatas del régimen de Ante Pavelic, provocó sus reiteradas quejas a la cúpula nazi en Alemania. El resultado: le relegaron de su puesto de Plenipotenciario General en el Estado Independiente de Croacia, uno de los peores sitios en los que un serbio ortodoxo, un judío, un gitano o un comunista podían tener la desgracia de vivir durante la WWII. 

El núcleo de ese infierno croata fue el campo de Jasenovac dirigido por... ¡¡¡TACHÁN!!!: Miroslav Filipovic ("Padre Satán"), capellán militar de la orden franciscana quien, para alegría de todos nosotros, los gusanos, sería finalmente colgado del cuello hasta morir (vestido de franciscano pese a haber sido expulsado de la orden en 1942) una bella mañana belgradense de 1946. 

¿Sigo?. 

Bah, estoy hastiado de recordarles y hablarles de estas cosas, de verdad se lo digo... 

Voy a hacer por primera vez lo que nunca había hecho en este blog en los cinco años que llevo publicando entradas: dejar un post a medias. Les juro que me han fallado las fuerzas. 

Les remito a la wikipedia o, todavía mejor, a las bibliotecas públicas sin fondos de nuestro país para que aprendan algo más acerca de las evidentísimas implicaciones del Vaticano en el Holocausto que se cometió en nuestra Europa solamente hace setenta años,  o sea, cinco años después del genocidio de 300.000 españoles que el nacionalcatolismo de los franquistas llevó a cabo en nuestro país. 

Pero los católicos parecen incapaces de tomar de su propia medicina porque lo del acto de contrición, eso que tanto predican, les suena a chino cuando de lavar su propia ropa sucia se trata. No se preocupen, dentro de 125 años el papa "Francisco III" (que seguro que es un papa con cara de buena gente que habla de los pobres y tal) pedirá perdón por la implicación de la Iglesia católica en el Holocausto (recuerden que la Iglesia ya pidió perdón por su "insensibilidad"... bonito eufemismo). Y listo. Que siga la estafa otros 2000 años más. Y ustedes que se la tamborreen bien. 

Feliz Semana Santa, Francisco and friends. No olviden rezarle al beato Aloysius Stepinac, Cardenal Arzopispo de Zagreb, condenado en 1946 a 16 años de cárcel por crímenes de guerra.

Vete a la mierda, hijodeputa.

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