núcleo hermoso del mundo


de tu rostro
es derramado un torrente de cuerpo
que en el suelo detiene su cauce
sin ruido,
así descalza
sobre una sábana
o cálido terrazo del apartamento
eres la flor del invierno
centro del mundo,
niña ónfalo,
el núcleo hermoso de los sentidos,
de ti emanan todas las cosas:
los vasos de hielo caliente,
la cortina en movimiento,
los cigarrillos consumidos,
las camisas vacías, el olor a sexos
y el yo
son el vivo animalario
que de ti respira y ramifica el aire de gemidos,
de tu rostro todo ello es derramado,
dado a la tierra
devuelto al amniótico desagüe
de las corrientes circulares del tiempo.

si tendidas a ti
son tendidas al cielo las manos,
así vistos desaparecer los dedos
en un estanque azul de importancia
provocando banales ondas concéntricas
donde se posan a importar pájaros negros,
tendidas a ti las manos
hundo
toco el blando milagro de lo increíble
y creo en algo que nos supera,
en Dios o el rosado pistilo de tu centro.

son tan bonitos tus ojos
ya limpios bajo el agua clara tan claros
miran tan bien lo invisible.

así descalza sobre una sábana
o cálido terrazo del apartamento
la vida es una órbita que a ti conduce en línea recta,
niña ónfalo, amor mío.


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