I
La gente se agolpa en los semáforos
Cláxones con ojeras son la orquesta
Que anuncia el comienzo de otro día
La gloria de los perdedores
Se disipa con el sol de la mañana
No existe lo sagrado no hay sagrado
Te has perdido en la esquina que son todas las esquinas
No hay más cuerpo que pasos y cenizas
Cada uno de tus dientes son ciegos feroces
Velando la nostalgia de antiguas sangres
Tus manos son voces que fracasan en la vida
II
La luna despierta tigres hambrientos
Maniquíes como orgullosos sonámbulos
Que vigilan el corte perfecto de sus garras
sueños vacíos de bellas durmientes
El silencio tiene alfileres verdes
Que sujetan tus palabras en el vacío
Y una ciudad para inventar soledad
Cuando nuestra única defensa
Es invitar a copas a la noche
Consumar un dolor antiguo
Con el puñal vaporoso que sestea
En cada una de mis esquinas