Masticar y no tragar
atragantarse
y que te manden fuera
y que te manden fuera
donde reina el ruido
fuera
donde no te arrullarán
donde sucederán carreteras
insomnios
y sexos
y te modificarán
pero tocarte nunca
sólo susurrarte
desde el árbol rojo
para que corras
a posarte
con las almas
ebrias
e inquietas
como tú;.
para que muevas el suelo
y evites que la rutina
te oxide el corazón
con veneno
como lo hizo ese invierno
fuera
donde no te arrullarán
donde sucederán carreteras
insomnios
y sexos
y te modificarán
pero tocarte nunca
sólo susurrarte
desde el árbol rojo
para que corras
a posarte
con las almas
ebrias
e inquietas
como tú;.
para que muevas el suelo
y evites que la rutina
te oxide el corazón
con veneno
como lo hizo ese invierno
de sangre vacía
y precipicios;
como lo hizo ese invierno
y precipicios;
como lo hizo ese invierno
al escalar árboles
y borrar la locura
inequívoca
del movimiento espiral
y sincero
que no nos olvida en los espejos
que no nos humilla
y borrar la locura
inequívoca
del movimiento espiral
y sincero
que no nos olvida en los espejos
que no nos humilla
y nos alimenta los ojos
sin salir de la cama.