el rasguño de tu voz
Como si de antes,
mucho antes que tú y que yo,
el rasguño de tu voz en el aparato
suena a esas olvidadas ternuras
que visten de nítido recuerdo
en la punta de mi lengua.
Vienes con el frío del balcón
ungiendo de vaho mi madrugada
y tus enloquecedores silencios
son bella desnudez de la voz
que pinta de fuego
la gélida baranda,
mis manos
y esas flores de maceta que heló
aquel verano herido de muerte
van abriéndose hermosamente libres
en el invierno estival
de tu seno acelerado.
A mi lado,
tu cuerpo invisible ya separa los labios
y cierra dos ojos abismo
que mi delirio recrea físicos
en la humedad de la noche,
desde tu incomparecencia
bandadas de albatros
como tú silentes y vergonzosos en tierra
ya baten como sexuales saxos en los aires
invocados por esta nevada de pan caliente
que va escapando de mi boca
hacia tu boca
y que antes constituía mi corazón.
Como si de antes,
mucho antes que tú y que yo,
el rasguño de tu voz en el aparato
va cicatrizando el tiempo.