El Embajador




 Hoy busco en la arena
J. M. SERRAT



Verás, éramos pocos en el pueblo
y la isla muy pequeña.

                                          Casi nadie
se imaginaba un mundo ilimitado.

Verás: quiero decir que fuimos pocos,
pero sabían todos que con uno
sería suficiente.

Y estoy aquí.
Estoy sentado aquí.
A tu lado.

Y cargo con el peso de los míos,
llevo al hombro –y contento– su esperanza.

Verás, éramos pocos y el mar ancho;
la tierra escasa y tantos los incrédulos,
los que no lo intentaron, los que sólo
pudieron conocerte entre susurros,
rumores, sueños vagos y leyendas.

Verás, se sospechaba que existías
y hoy por fin, no sé cómo, te encontramos.
 



B.C.