A veces veo a un desgraciado y pienso; quién será su madre, o cómo será su madre. Su santa madre o su puta madre. Quizá ambas, esa mistura de las secretas complejidades de la vida. Es este un país de madres. Madres solas, aun casadas, o precisamente por eso. La miseria emigra, ya se sabe, o se pasa el día fuera de casa. Ahora que llueve mierda es la hora de las madres. Habría que ver qué diferencia hay entre los países hembra y los países macho. Y entre los países hembra tampoco es lo mismo Cuba que Galicia, por ejemplo.
Gaya, recogido en
su blog:
Mi madre no era para mi una persona, sino un lugar, un lugar seguro; perdido ese lugar, uno va dando bandazos de un lugar a otro, sin sitio, sin donde caernos muertos. Todo el terror de la muerte desparecería si pudiéramos morir en los brazos de nuestra madre; sería ése el momento que más necesitaríamos tenerla a nuestro lado.
(Original de una anotación de Ramón Gaya)
Ramón Gaya. De "Anotaciones de diario inéditas". OC. Ed. Pre-Textos.