Los días corren como caballos salvajes por las montañas, de Charles Bukowski


súplica a una muchacha que pasa

chica con shorts, mordiéndote las uñas, meneando el culo,
los chicos te miran –
…………………pareces más interesante
que Gauguin, Brahma o Balzac,
más, por lo menos, que los cráneos que dan vueltas a tus pies,
tu pavoneo destroza la torre Eiffel,
hace que viejos jóvenes renacidos cuya sexualidad se fue al traste
hace tiempo giren la cabeza;
tus enjauladas tonterías, tu baile idiota,
embobando, encantando – no te laves nunca las braguitas
manchadas ni busques tus actos de amor
por los callejones del barrio –
no lo estropees por nosotros,
aumentando de peso y hastío,
conformándote con la tele y un soso marido;
no renuncies a ese absurdo meneo desposeído
por regar el césped de tu casa un sábado –
no nos devuelvas a Balzac ni a la introspección
ni a París
ni al vino, no nos devuelvas
a la incubación de nuestras dudas o al recuerdo
de tu meneo de muerte, guarra, enloquécenos de amor
y hambre, mantén apartados a los tiburones, los sangrientos tiburones,
del corazón.


[Visor Libros. Traducción de Alberto Manzano]

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*