QUE TODO SEA MENTIRA, POR FAVOR.
Contengo las ganas de pedir un gin tonic gracias a la insulsez de un té. Estoy sentada en una butaca de un hotel de Barcelona, ligeramente incorporada hacia delante, hojeando un periódico sin descubrir nada que no sepa. Apenas soy consciente de que doy vueltas al azúcar con la cucharilla, produciendo un leve tintineo en el silencio de la sala. Mastico una pasta. Bajé de...
Read More »