Mundos con letras

EL OJO DE LA CERRADURA

Lo único que conservó de aquella casa antes de quemarla fue el ojo de la cerradura. Lo guardó durante años en la caja fuerte de su despacho. Cada tarde abría una botella de vodka y no se levantaba de su sillón de presidente hasta que la terminaba. Sacaba entonces la cerradura y con la mirada turbia observaba aquel agujero negro. Jamás había v...

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ARTE EFÍMERO

No tenía hambre. Le habían servido tres espárragos trigueros. Los había dispuesto en paralelo sobre el plato blanco, en diagonal, y una sutil línea de aceite aromatizado con cayena y romero le daba brillo al emplatado. Daba pena romper la uniformidad, pero algo tenía que hacer para aparentar que comía. Con el tenedor dibujaba líneas de aceite...

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LLUVIA

Abrió la puerta del coche y sonó igual que una cámara despresurizándose. Sacó la cabeza como imaginó haría el pez que vive en agua contaminada. El aire frío en la cara mitigó el ahogo. Pulsó el botón que abría su paraguas y salió sin preocuparse del charco al que fue a parar su zapato. Clavó el tac&oa...

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MAGELLY

Imaginar a mis hermanas haciendo el amor era algo contrario al sentido común y mi mente lo rechazaba, así que pronto mis propias perversiones se encaminaron hacia Magelly que, aun entrada en años, conservaba la lozanía y cierta turgencia en sus enormes pechos. Pero estaba claro que yo no tenía el descaro de Flavio, de modo que todo quedaba en el ámbito de ...

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PARA DOS

Desde que Jacques se fue, Marie tiene la estúpida costumbre de salir con dos cascos y esperar. A veces la imagino en su casa preparando mesa para dos cada noche, convencida de que aquel accidente tan sólo fue un mal sueño.

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GENERACIONES

Con quince años tomé una decisión: jamás parecerme a nadie de mi familia. Tenía pánico a terminar como mi abuela, una mujer completamente anulada que pasó por la vida como si fuera un mero trámite, supeditada siempre a la voluntad de otros. Si miraba a mi alrededor, sólo veía mujeres mirando por la ventana. Era descorazonad...

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MESA PARA DOS

Miedo al ridículo, inseguridad, autoestima por los suelos…La lista de sus problemas era inagotable. Comió en un restaurante vegetariano cerca de la consulta del psicólogo. Sola. Era una mesa para dos: ella en un lado y la mujer en que se había convertido en el otro. 

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BESOS

Una mujer de unos treinta años, esbelta y delgada, con los huesos de las caderas demasiado marcados en el vestido que la ceñía, abrió los brazos al fondo de la sala mientras se encaminaba hacia nosotros mostrando la más espléndida de sus sonrisas. La media melena, sujeta con estudiado desenfado, parecía estar a punto de soltarse, y el sonido de los ...

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TIRARSE A LOS LABIOS

Ninguno podría asegurar quién de los dos fue el primero en tirarse a los labios del otro. Tal vez fue un gesto hecho al unísono, con un acercamiento repentino y recíproco propio de una atracción casi magnética, la de los polos opuestos cuyo destino ineludible es el de unirse si se acercan lo suficiente. La naturaleza, sabia unas veces pero obcecadamente es...

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SU LETRA

La letra de Cecilia era extremadamente alargada, vertical y estrecha. La dedicatoria parecía el resultado de un electrocardiograma durante un ataque al corazón.…en recuerdo de aquel día que compartimos amiga y poesía…O un sismógrafo en pleno movimiento sísmico.

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