HAIKUS DEL CAZADOR por JOAQUÍN PIQUERAS



vientre y ceniza,

dos orillas de un río

que no retorna

*

el reloj canta,

nadie oye la flor muda

que se deshoja

*

Cae la cera.

El tiempo no envejece:

arde despacio.

*

Soplo la llama, 

pero quien se oscurece

soy yo por dentro.

*

sumas de nadas

en el todo que resta

toda existencia

*

la luz se pliega,

entra la tumba y el útero

bailan los días

*

ni el árbol sabe

por qué sigue de pie

mirando al cielo

*

tuve un principio

caer era mi modo

de florecer

*

beso al silencio:

quizá allí me recuerdes

cuando no sea


Joaquín Piqueras


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