SIBERIA 2025-12-04 20:47:00

 


LOVE IS IN THE AIR




Amor, sexo, mentiras y muerte. En eso se puede resumir la vida de una persona. Búsqueda del amor, búsqueda del sexo, escapar de las mentiras, usar las mentiras, sobrevivir a las mentiras, sobrevivir con mentiras. Tener miedo de la muerte, intentar escapar de la muerte, usar el amor contra la muerte (un acto tan desesperado como inútil), usar el sexo contra la muerte (un acto tan desesperado como inútil), usar la mentira contra la muerte…

Amor, para dar un sentido a lo que no tiene sentido, que decía Umbral. Sexo, para ser parte de un grupo, para ser parte del grupo de los ganadores, de los que consiguen a la chica, de los que más ligan, de los que más éxito social tienen… O eso parece… El sexo como consecuencia del amor, el amor que sale, extrañamente, del sexo. ¿O solo sexo? ¿O amor sin sexo? ¿Y de qué amor hablamos…? ¿Y cómo de limpio puede ser el sexo, o cómo de sucio puede ser el amor?  Amor a tu pareja, amor a tus hijos. Amor a la humanidad entera. Amor que no es otra forma de odio. Odio del amor no correspondido. Odio del amor que no puede vencer la mentira.  Amor que crece sobre el odio. Amor que nos salva del odio que sentimos sobre nosotros, dentro de nosotros.

Todo se vende en la calle. Nuestro cuerpo se vende en las aceras. Cada día muchos ojos nos miran. Nos juzgan. Nos ponen precio. La vanidad, el poder, el placer, la humillación. Todo está en las paredes. Todo está en los escaparates. Todo se vende y se compra. O se tira o se guarda en los más profundo de nuestra vergüenza. El sexo es el cebo y nosotros picamos. Picamos y luego queremos escapar, pero ya no es posible. Seremos parte de un lote de productos que se sortearán en la rifa de la felicidad. Seremos las botellas vacías del final de la fiesta.

Mentiras, en nuestra vida diaria, en el trabajo, en la familia, en la amistad incluso. Mentiras para hacer nuestra vida más habitable, mentiras delante de nuestro espejo, mentiras que no queremos reconocer que son mentiras, pero que usamos cada mañana y cada noche. Mentiras para escapar de la soledad. Mentiras para encender una hoguera que nos caliente en la larga noche. Cuando los besos no bastan. Cuando los sueños duelen. Cuando el pasado es una herida que no para de sangrar.

Y la muerte siempre. La muerte que pasa a nuestro lado y nos toca la espalda con suavidad, para que nos demos la vuelta y no veamos nada, porque la muerte ha pasado ya de largo, pero nos avisa, nos va avisando, nos va dejando una inquietud constante, un miedo que no podemos tapar con nada. Un miedo que nos hace tirarnos desesperadamente a las aguas frías de la vida, y dejarnos arrastrar por la corriente de los días. Huyendo, buscando, amando, mintiendo…














































































El amor está en el aire, canta alguien en la radio. Conozco la canción, no recuerdo el nombre del cantante. Voy conduciendo. Justo ahora entro en las primeras calles de la ciudad, de mi ciudad. El amor está en el aire. ¿Pero qué amor? ¿Y qué trae ese amor con él? ¿Solo amor y nada más que amor? Un semáforo en rojo no da mucho tiempo para pensar... Hay tráfico. Estoy cansado. Quiero llegar a casa. 





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