Qué aparentemente sencillo resulta desaparecer de las palabras
¿cómo se hace?
quitamos el tú
el yo
y en sus huecos,
ahora,
esas voces que no son mías
ni tuyas
repiten:
qué profundo el silencio
qué redondo y perfecto
qué orgánico
y sin nombre.
Loida Ruiz

