Arthur Schnitzler. Relato soñado.

La literatura, como otras cosas en la vida, despierta nuestro lado más morboso. Kubrik se basó en Relato soñado para su película «Eyes Wide Shut», motivo probable por el que uno termina sugestionado en una dirección diferente a la del texto, que dicho sea de paso, para mí no supera el filtro del tiempo. Schnitzler fue un autor muy admirado por Freud y uno de los primeros en utilizar en alemán la técnica del monólogo interior, que en este texto aparece de una manera primitiva, razón por la que la introspección del personaje resulta incongruente. Por otro lado, libertinos, degenerados, depravados, misóginos y estúpidos los ha habido en todas las épocas. Creer que sociedades secretas que celebran orgías son propias sólo de la nuestra, pongamos por caso la isla de Epstein, no resulta creíble y, por tanto, tampoco novedoso. En suma, una novela onírica, quizá erótica para su momento, que aburre un poco por ese aire ambiguo que sitúa a los personajes entre el sueño y la vigilia y que ahora nos resulta tan melodramático. Interesante para comprender la época y ya.

Gracias por estar al otro lado de los cables ❤

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