A VECES EL DIABLO por PABLO OTERO




A veces el diablo mete la cola
y lo que es blanco parece gris, y
lo que es noche parece luz; a veces
el diablo mete la cola, y el agua
semeja barro y semeja azufre y semeja
beso.

A veces el diablo cambia de sitio los muebles
y donde ayer estaban las manos, los dedos,
las yemas y el cardio
hoy son hielo y quema y abrasa y funde
todas miradas, las bocas y las lenguas.

El diablo mete la cola a veces y suceden
las conjeturas y los disparates más dramáticos;
un beso tras la azaleas
bajo los cipreses; semienterrada, una barby
manca coja y ciega; al lado del río, en la orilla
unas braguitas celeste olvidadas con olor
a semillas de calabaza.

Sin duda él es el culpable de los manoseos
en el cine oscuro
donde los sexos supuran aceite de cardamomo


Pablo Otero