1.
Todo comienza
donde la memoria
nos permite.
Dibuja la tiza
sobre un negro universo
y su polvo se desvanece.
¿Los recuerdos son nuestros
o están hechos
de otros materiales?
El inicio tiene una forma
y escribirla
será una forma de fijarla.
Decir: «Esto existió, yo existí».
La huella de una mano
manchando de sangre
la pared de una cueva.
Las primeras enseñanzas
las aprendió fuera de las aulas.
Era la crueldad ante lo diferente,
creador de monstruos
desde la infancia.
El niño ya no cree en los amigos
cuando solo tiene la negrura.
En silencio en la cama
no caben presencias posibles
y el miedo no tiene cara.
Solo las imágenes del cine,
aquellas que más le reconfortan.
Con ellas sueña, vive
otras vidas mejores
y olvida lo que le inquieta.
Ha crecido,
del blanco y negro al color
en su calor de celuloide.
12.
Llega un día
en que hay que despedir a la infancia.
Siempre con una sonrisa,
agradeciendo lo que nos ha dado,
parte de lo que somos está en ella
y se irá con nosotros.
Siempre de la mano, hasta que nos soltamos
enfrentando unos problemas que van
más allá de los exámenes de matemáticas.
Éramos todo futuro
y ahora el pasado empieza a hacer cuentas.
De la ilusión se pasa a la nostalgia,
los cambios del cuerpo
se acompasan con los del alma.
Las casas de los abuelos
se desdibujan, aunque intentemos
representar sus planos.
Es el día, cuando caemos
en que hay que despedir a la infancia.
15.
El peso de la responsabilidad,
de la disciplina. Demasiado
sobre sus hombros, cargándolo
toda esta vida.
El orden, la meticulosidad
y descanso del trabajo
bien hecho que nunca llega.
¿Por qué perfeccionar
lo que nunca será
del todo satisfecho?
Él, su propio esclavo.
Él, su peor enemigo.
21.
La vida cobra importancia.
Son los años en que se accede
a cuestiones trascendentes
con la carne todavía por madurar.
La inquietud se multiplica
y no se alcanza a tanto camino abierto.
Todo parece disponible
y, a la vez, todo parece incierto.
25.
Ante sus ojos
la gran encrucijada.
Que la vida es elegir
aunque a veces ella
sea quien te elija,
se sabe desde el nacer.
Lo llaman destino,
algo que también se busca.
Pero siempre
con cada elección, parece
la vez primera.
Como le pasa al intérprete
cuando sube a escena.
Los nervios son los mismos
y también las dudas.
Javier Mateo Hidaldo, de Novela (La Tortuga Búlgara, 2024)