Un poemario también puede ser un mapa, un acertijo, una tirita, una linterna que arroje algo de luz a cada semioscuro. En este libro, la autora traza un paseo psicogeográfico a través del cual explora su propio territorio emocional para tratar de descifrar las distintas partes de ese todo confuso que conforma su existencia. Así, avanza verso a verso, articulando su aventura en tres partes donde la literatura es el bastión que sostiene sus interrogantes y la poesía la brújula que guía sus cuestionamientos hacia una posible comprensión de sí misma y del mundo que habita.
«Ya es media noche
en casi todo el cuerpo.
En CASI todo el cuerpo.
CASI...
El corazón lo ignora».