La primera edición de Películas que erizan piel la publicó en el año 2019 Canalla Ediciones, una editorial madrileña desaparecida, por desgracia (tenía un estupendo catálogo de autores y títulos), poco tiempo después, y tuvo, por ese motivo, una muy discreta y limitada distribución y trayectoria.
Han pasado desde entonces cinco años y una terrible pandemia, que en cierto modo ha cambiado a la humanidad y al mundo (posiblemente para peor), y esa primera edición, con espectacular portada de Miguel Ángel Martín, es prácticamente inencontrable, así que no he dudado en aceptar la propuesta de Underdog Ventures para reeditar de nuevo el libro, aprovechando la ocasión para revisarlo y ampliarlo con un puñado de nuevas reseñas.
Un libro como este se tarda mucho tiempo en escribirlo, en mi caso en concreto más de una década, porque requiere ver cientos de películas, no sólo las elegidas sino muchas otras que se desechan, documentarse luego sobre ellas y proceder finalmente a reseñarlas, y creo que merece, por la aportación que supone para la cultura popular y el cine de terror, una segunda vida y oportunidad.
En suma: he escrito, con la sana intención de hacéroslo pasar lo peor posible, el manual que en su día a mí me hubiera gustado leer para poder acceder directamente a las 217 películas (para mí indispensables) que en él se reseñan, sin tener que perder miles de horas en ver otras cientos que no merecen tanto la pena.
Espero, pues, que esta selección de mis terrores favoritos sea de vuestro agrado y os provoque dulces y salvajes escalofríos.
Dadle ahora al play.
Vicente Muñoz Álvarez,
verano de 2024 en la Tierra.