PARAGUAS ROTO por LLUIS PONS MORA



Bienvenido a la tribu del divorcio
sin ser un niño.
Al huracán de trozos de sangre.
Al carrito de la compra con tu ropa,
una botella de ginebra y documentos.
Al callejón de la culpa,
a la señal en tu puerta.

Bienvenido al clan de los rendidos,
de los que temen las horas,
de los que lían un pitillo
en un banco de la plaza del pueblo
cansados de llorar, mirando las estrellas
con todos sus zapatos
en una bolsa de basura.

Bienvenido a la mazmorra del hielo,
del ventanuco y la silla.
A las ojeras del pánico,
a la explosión del ahora,
a la trinchera de errores,
al colchón de tu madre.

Bienvenido al destierro del cerro,
al séquito de hienas,
al neceser del Lute.

Bienvenido a las nuevas heridas
profundas y adultas,
al gancho en la quijada,
al cirujano del Bronx.

Bienvenido al verso del ocaso,
al cajón del tabaco, los discos duros,
el alprazolam
y el Libro de familia;

A Bukowski de nuevo.
A pensar como un perro.
A limpiarte los morros con bayetas.

Bienvenido al entierro de tu vida,
es a las cinco, pero también
el resto de horas del día,
de lunes a domingo,

y no se prevé un final.

Lluis Pons Mora


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